El coronavirus puede atacar e inflamar los pulmones, produciendo una incapacidad de oxigenar adecuadamente la sangre. Es por esto que, en esta época de pandemia, es conveniente saber cómo se puede medir el nivel de oxigenación en el cuerpo y así consultar a tiempo.

En concreto, cada vez que respiramos entra oxígeno en nuestro organismo, que, a través de los pulmones y el corazón es transportado hacia la sangre y desde ahí a todos los órganos que lo necesitan para subsistir.

En condiciones normales esta es una medición variable de persona a persona pero, en la gran mayoría de la población, la concentración de oxígeno debiese fluctuar entre 96 al 98%”, explica el doctor Miguel Antúnez, médico broncopulmonar de Clínica Alemana.

Cuando cae por debajo de los valores normales “podemos deducir que estamos en una situación de insuficiencia respiratoria. Es decir, nuestro aparato cardiopulmonar no es capaz de aportar el suficiente nivel de oxigenación a la sangre que se necesita en ese minuto”, detalla el especialista.

Cuando se produce esto se habla de hipoxemia (falta de oxígeno en la sangre), que podría llevar a una condición grave y provocar lesiones importantes en los tejidos.

Por eso es importante conocer la cantidad de oxígeno presente en el cuerpo. “Esto se puede realizar, gracias al avance de la tecnología, con pequeños aparatos llamados decímetros de pulso”, dice el doctor. A lo que añade que “con ellos es posible hacer esta medición en forma simple, no invasiva y portátil”.

Lo que mide la oximetría de pulso es el nivel de saturación de oxígeno. Es decir, cuánto oxígeno está transportando la sangre en el organismo.

El oxímetro de pulso es un pequeño aparato que se puede tener en la casa y que no necesita una muestra de sangre. A través de una pinza donde se pone la yema del dedo se puede detectar la deficiencia, incluso antes de que el paciente la perciba, ya que hay personas en las cuales se produce una baja en la oxigenación de manera asintomática.

Cuando sí se presentan síntomas puede haber signos de dificultad respiratoria, cansancio y fiebre.


Si los valores son bajos y “si estamos con síntomas de infección respiratoria, podríamos deducir que se está produciendo un impacto en nuestra oxigenación, y por tanto hay que consultar rápidamente por asistencia médica”, advierte el doctor.

Fuente: Clínica Alemana.